esta es mi vida en bogotá, la ciudad de siempre

.

sábado, 14 de agosto de 2010

la probabilidad de accidentes sexuales ha subido al 11%


Luego de una experiencia mística toca regresar a tierra, a lo cotidiano y a lavar la loza, por ejemplo. Después de terminar con el chico de las dos semanas y sentir que esa historia ya era pasado, y de sentir que había dejado esa tristeza atrás, recibí el correo de un ex novio que me decía que había ido al médico y que le habían encontrado una infección venérea. Me decía que yo podía ser el culpable. Así de repente. Ese dia tenía una exposición en el espacio 101, La probabilidad de accidentes aéreos ha subido al 11%. Al parecer también había un 11% de contraer una infección venérea.

Era un momento muy intenso porque estaba con mucha energía ensayando y montando la expo, un trabajo re vacano hecho antes de irme de viaje, iba a tener una expo individual, el lanzamiento de mi segundo libro, muestra de escultura y la presentación de una obra de teatro performance. Pero en mi cabeza estaba el correo de este chico, un correo agresivo que me oscurecía todo, que me entregaba una duda y un miedo, y entrar a internet y buscar información y todos esos virus e infecciones son tan terribles, ahora yo estaba sucio de repente.

La presentacion salió bien pero la verdad esperaba que fuera más gente, muchos dijeron que irían y al final no aparecieron. A las 8 no había llegado nadie. pensaba que irían no sólo mis amigos sino artistas, escritores, personas mucho más metidas en el muendo del arte. Esa es mi intención al presentarme, dialogar con la gente que está creando y pensando. La gente empezó a llegar y frente a más o menos unas cincuenta personas presentamos nuestra farsa, con Yenny Sánchez, mi azafata maravillosa, una pieza burlesca y negra. Fue tan divertido actuarla. Eso me dejó contento, contento con mi trabajo y con lo que había mostrado. Me di cuenta que tal vez estaba esperando mucho de Bogotá, que el proceso era más lento de lo que pensaba. eso me desanimó un poco pero me di cuenta que los procesos tienen sus momentos, sus tiempos, y que tenía que comprenderlos.

Cuando me pregunto si escribir sobre esto, sobre algo tan íntimo, y a la vez tan incómodo, siento que si quiero ser sincero con lo que acá estoy contando no tiene sentido ocultarlo. Ésto ha afectado mi sentir en la ciudad y me ha hecho reflexionar muchísimo sobre mi vida sexual. Qué difícil es pasar por este tipo de cosas. Infecciones sexuales. todos evitamos hablar de eso, no queremos que nadie se entere, pensarían que somos tan sucios, que lo merecemos por promiscuos o por estúpidos, por no protegernos, si nos lo han advertido tantas veces. Pero es mucho más común de lo que uno cree, cualquier persona con una vida sexual activa está expuesta a muchos riesgos, uno cree que con usar condón es suficiente pero no lo es. El placer de volar junto a otro también tiene sus riesgos. La probabilidad de accidentes sexuales ha subido al 11%.

Fui al médico, asustado, y no me encontraron nada, pero el médico me dijo que hay personas que tienen ese tipo de infecciones pero que no demuestran síntomas. ¿Será posible? Me puso una inyección por si la tenía y ya. Todo se solucionó más fácil de lo que pensaba. Una semana sin sexo, me advirtió.

Con la líbido en el piso pero con el ánimo repuesto después de un gran susto, comencé a buscar dónde vivir. Yo vivo solo en un apartamento en el norte de Bgota, donde viví con mi familia por mucho tiempo, ahora mis papás se fueron al campo y mi hermana, trapecista, trabaja en un crucero que va por islas de oceanía. Así que yo tengo todo el apartamento para mí, pero justo en esos días me estaba sintiendo muy solo y lejos de todo. Me propuse encontrar un lugar cerca del centro para vivir con unos amigos, luego para mí solo, pero al final no hubo lugar, y sin trabajo menos. Pensaba que tenía que irme del apartamento para no sentir que todo era una repetición, que Bogotá al final seguía siendo una cómoda jaula con la misma vista por la ventana.

Tuve dias difíciles de preguntarme por qué había querido quedarme en bogotá. ¿Para esto? Me preguntaba mirando la repetición en todas las cosas a mi alrededor. difícil. Me puse a hacer un libro para una convocatoria de libro artista para la feria del libro, el mismo de los aviones, tejido, lentamente, y fue una noche bonita, de calma y trabajo. Quedó vacano y eso me subió el ánimo. Esa semana fue como de concentración en mi trabajo. Salí a echarme a los parques del barrio en los dias soleados y entonces vi que estaba muy bien, que tenía tanto y que vivía tan cómodo y que más bien tenía que ponerme a trabajar en lo mio, sin tanta distracción, que tenía la oportunidad de hacerlo en Bogotá, no preocuparme por pagar un arriendo y tener un lugar donde yo mando, donde puedo fumar bareta o tomar cuando quiera.

El hecho de no poder estar con nadie y más que eso el hecho de no querer estar con nadie, con la líbido por el suelo y como con el cuerpo resentido empecé a ver más hacia adentro. Tener que estar conmigo mismo y disfrutarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario