esta es mi vida en bogotá, la ciudad de siempre

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domingo, 29 de agosto de 2010

cacería de hombres


En esta última semana con tanto tiempo por delante, sentí mucho más mi soledad y me vi con ganas de estar con alguien. Pasé por una temporada de soledad, algo obligada, pero a la vez porque nadie apareció. No tenía ganas de buscar, quería creer que podría conocer algún chico interesante sin necesidad de ir a un espacio gay. Fui a una fiesta y un chico delgado de cabello largo me sonreía bastante, bonito, caleño, hablamos y era tan diferente a mi, yo creo que esperaba que le gastara algo, al final me cambió por un tipo gordo, de gorra, con el que metían perico en el baño. Me encontré deseando bastante.

Durante un tiempo me había resistido a buscar hombres por internet pensando que en algún momento aparecería alguno vacano, fácilmente, sin buscar. Además también estaba encontrándome, concentrando mi energía en mí mismo y en mi trabajo. Pero luego de la expo vi todo muy quieto, ansiaba algo de emoción. ¿Qué hacer cuando la vida permanece estática? Me metí a manhunt (cacería de hombre), una página en internet donde un montón de gays tenemos un perfil para conocer otros gays. una página donde lo recibe a uno un hombre en calzoncillos cogiéndose el paquete. Mi nick es huidobro, pero eso no ha sido motivo para que algún chico interesante me diga que sabe quién es ese poeta. La mitad de las fotos de los perfiles son partes del cuerpo: penes, músculos, culos, ojos. muchos buenos cuerpos. hay de todo y eso es interesante, yo tambien estoy ahi, en la feria donde se ofrece todo tipo de placeres. Hombres buscando desde sexo express y disponibilidad inmediata hasta el amor de la vida. para mi es como dejar la ventana abierta.

Le escribí a un chico. Chateamos por msn. aparecía bonito en las fotos pero su charla era algo simple. Nos vimos al día siguiente. era bonito, más de lo que esperaba. crespo, delgado, de barba. Paseamos por la feria del libro. En verdad era un chico simple. Nada de profundidades. Dijo que tenía que irse y nos despedimos. En ese momento supe que eso era todo, que no le había gustado. Fue algo extraño porque él había visto varias fotos mías y parecía interesado, pero de repente se iba como escapando de una mala cita. Era inevitable preguntarme qué no le había gustado. Pero que fuera tan simple para mí hacía que todo fuera más fácil y que no me importara tanto, sin embargo seguí caminando buscando un espejo. Me di una vuelta por la nacional cantando en solitario.

De repente el fin de semana aparecieron varios hombres. de repente les gustaba a algunos. historias que apenas comienzan o que tal vez no resulten en nada. El sábado terminé, sin planearlo, en un bar cualquiera en chapinero con un ex. Lo vi bonito y recordé por qué me había gustado hace años. Terminamos en mi casa tomando cerveza y fumando bareta. Fue como volver a algo, a re conocer su rostro y su cuerpo. Fue vacano, calmado, más como de tocar y dejarse tocar.

el mundo literario en Bogotá. oídos sordos

Hace días fui a la feria del libro. Ésta es la primera vez que participaba en ella. Varias veces antes lo intenté como estudiante de literatura y como escritor pero nunca encontré un espacio. Esta vez pude exponer mi libro de los aviones en el pabellón de libro arte. Es extraño pero el mundo del arte visual me está ofreciendo lo que el mundo de la literatura me ha negado en Bogotá. Es tan cerrado y tan aburrido, señores leyendo sus libros en una mesa larga de mantel blanco. aferrándose a sus albas y a sus crepúsculos, defendiéndolos de las nuevas palabras “no poéticas”. eso es lo que he sentido durante todo este tiempo como escritor en Bogotá. Oídos sordos. Soy más conocido en otros países de Suramérica como escritor que en mi propia ciudad. Apareceré en una antología de nuevos poetas latinoamericanos hecha en chile y acá nadie me conoce, a pesar de haberlo intentado por varios años.

el efecto post - fiesta y el parque interior

Después de la inauguración de la expo, después de esa explosión de energía, después de llegar a casa y dormir satisfecho, el viernes me desperté sin nada que hacer.
Claro, era bueno poder descansar de tanto movimiento pero ¿Cómo no pasar del descanso al aburrimiento? De hecho todos esos eventos que me invento son precisamente para no aburrirme, los necesito para sentir que estoy haciendo algo valioso, me dan energía e intensidad para llevar los días.

Después de una gran fiesta en la cima viene el despertar en el suelo. el cuerpo y la mente, cansadas, halan hacia abajo. Es fácil deprimirse. Éste es el efecto post-fiesta. ¿Y ahora qué? Me pregunté al despertar. Me sentía como en vacaciones sin programar. Me aburría por ratos sin saber qué comenzar. Re desparchado. Traté de comenzar algunos proyectos. Cuando venía de Sopó luego de pasar la noche en una casa en el campo donde unos amigos, me quedé encerrado en un transmilenio por una hora. Un trancón de transmilenios qué terrible. Llegué a la casa sin tener nada que hacer con el animo por el suelo. Al otro día sabía que no podría quedarme en este mismo lugar, así que salí con la bicicleta y fui a un parque cerca de mi casa, el parque del oso, en la suba con 118. Re vacano, solo, como perdido en la mitad de un bosque en la mitad de la ciudad. Me puse a leer y a escribir, me dieron ganas de mover el cuerpo, de estirar, de correr, me cargué de energía muy fácilmente. Me pregunté cómo era posible que después de tanto tiempo yo no fuera consiente que debía, que podía, salir más en cicla, a parques, al aire libre, a correr, me hizo tanto bien. Pensé que todos los días podría tener una rutina así, hacer yoga, ejercitar el cuerpo. Desde hace días he seguido yendo en las mañanas. Ya es un lugar dentro de mi. Encontré el parque interior.

lunes, 23 de agosto de 2010

la ciudad de siempre

Intimidades rutinarias de un artista en Bogotá, la ciudad de siempre.

in augurar

Montamos con ayuda de las chicas de la peluquería Lorenza y Melisa el miércoles en la noche. Limpiamos el espacio y fuimos encontrando lugar para cada cosa. De repente todo era blanco y las esculturas pequeñas resaltaban en el espacio. pusimos luces. Bellísimo. Era muy vacano sentir que ellas también estaban interesados en la obra, en el evento, me sentía realmente respaldado por estas chicas, que trabajan todo el día, y que esa noche estaban pintando ellas mismas las paredes para que todo se viera bonito. Salí contento de la peluquería ese noche, sabiendo que lo más importante de todo esto era que la expo era bella.

El día de la inauguración, a las 8, había pocas personas. pero debo decir que a esas alturas ya no me importaba tanto porque estaba muy contento con el montaje y con la experiencia de exponer en la peluquería. Empezó a llegar gente, amigos, conocidos, desconocidos, algunos transeúntes que entraban a ver qué, turistas desparchados, y ya estaba lleno de todo tipo de gente. Estaba del otro lado, habían bastantes personas reunidas alrededor de mi obra.

Hice tres presentaciones en la noche. La primera fue una lectura de escritos. El show central fue contar mi vida en diez minutos mientras Melissa, quien dirige el lugar, me cortaba el cabello, fue vacano, pudo ser más emocional, pero salió bien. En la última yo leía unos poemas homosexuales despechados mientras sonaba un merengue y dos parejas bailaban. Fue divertido.

Quedé tan contento, por todo por delante, sabiendo que esto es el comienzo de tantas otras cosas vacanas que vienen. Contento por haber encontrado ese lugar y por poder hacer una expo tan personal y tan simbolica para mi. La ciudad de siempre está mostrándose.

ciudad fría de gente fría

Bogotá no es una ciudad fácil. La gente es indiferente por naturaleza. Una ciudad fría de gente fría. gente que se va a sus casas temprano porque todo lugar es peligroso. Bogotá no tiene el movimiento que debería tener una ciudad de ocho millones de personas. A Bogotá le falta animo, aventura. claro, le falta también un transmilenio que cierre a la 1 o buses 24 horas como otras ciudades grandes. Es un circulo vicioso de ausencias.

triunfar - fracasar

Ésta es la expo más importante que he hecho. Mi exposición individual. Bna retrospectiva de lo mejor de mi trabajo artístico durante todos estos años en bogotá. Organizarla implicó un trabajo de muchos dias, mucho tiempo y energía, especialmente convocando gente. Siempre me ha parecido difícil hacerlo. Inundé de información las redes sociales en internet, y anduve siempre con unos volantes para darle uno a toda persona que podría estar interesada en una expo. El temor es organizar algo así, gastar tanto tiempo y energía para que vayan pocas personas, los amigos de uno, y ya. de hecho hace un año y medio había organizado una expo en mi casa, mi primera individual, pasé dos dias haciendo el montaje, cosiendo unas fotos y al final fueron 13 personas. Vivo lejos pero aún así es inevitable preguntarse: ¿Todo este trabajo para esto? Y dias antes de la expo en la peluquería debo confesar que ese era uno de mis miedos, que fueran pocas personas, que la expo no tuviera ninguna repercusión. Claro a uno siempre le gustaría mover un montón de gente y no es sencillo comprender que todo tiene un proceso y que estos a veces son más lentos de lo que uno quisiera. La diferencia esta vez es que exponía en un lugar muy conocido, y algo muy importante de la peluquería es que es un lugar totalmente vivo en el centro de la ciudad. Mucha gente entra a diario, muy diferente a una galería donde la gente solo va el dia de la inauguración y ya. Es tan valioso el trabajo que están haciendo estas chicas, están construyendo un centro de movimiento en la ciudad. Lo que tanto necesita Bogotá.

Al final se trata del miedo al fracaso. a intentarlo y que las cosas no se den. Poner todo de uno en su evento y que eso no signifique nada, que la gente prefiera ir a otro lugar o incluso prefiera quedarse en su casa. Exponerse publicamente y a que nadie le interese.

domingo, 15 de agosto de 2010

la ciudad de siempre

Y por fin, después de tanto, la ciudad de siempre, mi exposición individual en la peluquería. el momento y el lugar donde tantos procesos se juntan.
El encuentro de mi ciudad con la ciudad de afuera, con la ciudad de los otros.

La ciudad que he constuido durante estos años como artista, como habitante y que se expresa a través de palabras, objetos e imágenes.

escultura + fotografía + presentaciones + lectura + performance

prometo emociones

del 19 al 26 de agosto
la peluquería
cra 3 # 15 a - 47

inaguración
jueves 19 de agosto
7 30 pm

sábado, 14 de agosto de 2010

el jardín de las delicias


Ayer estuve trabajando toda la tarde con Los invisibles en el montaje de la fiesta. El espacio era bacana, una casa vieja con un patio, balcones y una carpa de circo al fondo. Escribí frases deliciosas y las pegué en la pared. Saqué algunos afiches de la expo y me preocupé por hacer publicidad del evento. El espacio era bellísmo, luces, colores y dibujos por todo el lugar. Yo quería interactuar con las personas y propiciar sensaciones deliciosas. Al comienzo de la fiesta le pedí a las personas que escribieran en un papel algo que les gustara o que desearan sexualmente, que lo pusieran en un jarro de vidrio que tenía y que sacaran el secreto sexual de otro. Era divertido pero casi a nadie le gustaba lo que le salía. Luego pasé con una gran guanábana madura en una bandeja ofreciendola a las personas. era divertido ver la reacción de la gente frente a la enorme fruta, blanca y esparramada. Algunos la trataban con desprecio, otros la manoseaban sin verguenza. Fue una buena manera de interactuar con las personas y provocar sensaciones en ellos.
Luego, Mateo Rivano, una de las personas más interesantes que he conocido en este tiempo en Bogotá, artista, dibujante, dj, mezcló tropicalidades en la carpa y me quité poco a poco mi disfraz, que nunca tuvo título, y me puse a bailar.

Hombres bonitos y yo queriendo y sin querer, estaba en todas partes y en ninguna. Rodeado de personas y a la vez solo.

En fin, sí, fue delicioso.

movimiento

En esta última semana fue de mucho trabajo. Estuve trabajando con Los invisibles en el Jardín de las delicias, una fiesta muy vacana al rededor de lo delicioso, del deseo y las sensaciones. Ellos son un grupo de artsitas muy pilos, algunos de manizales, que tienen una revista y hacen eventos. http://sociedadinvisible.blogspot.com/ (facebook: revista invisible) su trabajo es bueno. Me gusta su estética y sus ideas. Fue vacano conocerlos y tener la oportunidad de trabajar con ellos. De hecho eso es lo que estoy buscando, conocer gente que esté trabajando alrededor del arte y tener la oportunidad de mostrar mi trabajo. Necesito ese tipo de cosas para sentirme bien en Bogotá, sentir que hago parte de ese movimiento en la ciudad.

También tuve mi segunda presentación de la probabilidad de accidentes aéreos ha subido al 11% en quince dieciseis, http://www.1516bogota.blogspot.com/(facebook: quince dieciseis) un lugar muy bacano, una casa arrendada por artistas de diferentes universidades donde hacen todo tipo de eventos, un espacio abierto para el arte alternativo. La presentación salió muy bien, fueron unas cuarenta, cincuenta, personas, un público muy vacano y más variado. eso me animó bastante y me di cuenta que no podía esperar que a la primera presentación fuera toda la gente, que era muy bueno repetir y ofrecer varias presentaciones. Continuidad, insistencia.

También tuve que preparar todo lo necesario para publicitar mi exposición individual en la peluquería. la imagen, el texto, los volantes, algunos afiches. Se acerca mi expo y todo se va cargando de significados, de sentidos.

casualidad

Un día, varias semanas atrás, mientras llevaba algunas de mis obras a la casa de Maria Iovino, la curadora de Arte Cámara, para que fueran consideradas para ARTBO, y que no lo fueron, me encontré en la entrada de la estación de transmilenio cerca de mi casa, con un chico que ya había visto varias veces en Bogotá y que siempre había querido conocer. Nos cruzamos y nos quedamos mirando. Sonreí y seguí apurado. Al día siguiente volví a encontrármelo en el mismo lugar. Yo yendo, él viniendo. Paramos y hablamos. Le pedí su teléfono. Ese mismo dia había recibido el correo de mi ex novio y estaba preocupado, no tenía cabeza ni deseo para conocer a alguien.

Así pasó más de una semana. Lo llamé y nos vimos una noche. Tomamos una cerveza mientras hablábamos de nuestras vidas. Es un chico bonito, bailarín, interesante, pero aún así no nos comunicamos, hablamos, pero no estuvimos cerca. No podría explicar por qué pero no sucedió.

Aún asi lo seguía teniendo en mi cabeza, esperando tal vez otra oportunidad, le mandé un mensaje a su celular. Casualidad: combinación de circustancias que no se pueden evitar o prever y cuyas causas y consecuencias se ignoran. No hubo respuesta. Al día siguiente me encontré con unas amigas de Chipre que conocí en Londres y fuimos al Goce Pagano. Allí apareció, él, otra vez, me acerqué y le repetí el mensaje.

En verdad creí que tantos encuentros "casuales" tenían algún sentido y que se trataba de una historia que estaba por suceder, pero esa noche casi no hablamos, yo intenté acercarme pero no funcionaba, realmente no funcionaba. Lo invité a bailar y él parecía como borracho o fumado y no terminamos bailamos juntos. Me fui del bar creyendo que eso había sido todo.

Qué pensar de ese tipo de historias fallidas, coincidencias que no llegan a nada. puede que me lo encuentre mañana en la estación. Puede que no vuelva a verlo.

¿Hay casualidades que no significan nada?

la probabilidad de accidentes sexuales ha subido al 11%


Luego de una experiencia mística toca regresar a tierra, a lo cotidiano y a lavar la loza, por ejemplo. Después de terminar con el chico de las dos semanas y sentir que esa historia ya era pasado, y de sentir que había dejado esa tristeza atrás, recibí el correo de un ex novio que me decía que había ido al médico y que le habían encontrado una infección venérea. Me decía que yo podía ser el culpable. Así de repente. Ese dia tenía una exposición en el espacio 101, La probabilidad de accidentes aéreos ha subido al 11%. Al parecer también había un 11% de contraer una infección venérea.

Era un momento muy intenso porque estaba con mucha energía ensayando y montando la expo, un trabajo re vacano hecho antes de irme de viaje, iba a tener una expo individual, el lanzamiento de mi segundo libro, muestra de escultura y la presentación de una obra de teatro performance. Pero en mi cabeza estaba el correo de este chico, un correo agresivo que me oscurecía todo, que me entregaba una duda y un miedo, y entrar a internet y buscar información y todos esos virus e infecciones son tan terribles, ahora yo estaba sucio de repente.

La presentacion salió bien pero la verdad esperaba que fuera más gente, muchos dijeron que irían y al final no aparecieron. A las 8 no había llegado nadie. pensaba que irían no sólo mis amigos sino artistas, escritores, personas mucho más metidas en el muendo del arte. Esa es mi intención al presentarme, dialogar con la gente que está creando y pensando. La gente empezó a llegar y frente a más o menos unas cincuenta personas presentamos nuestra farsa, con Yenny Sánchez, mi azafata maravillosa, una pieza burlesca y negra. Fue tan divertido actuarla. Eso me dejó contento, contento con mi trabajo y con lo que había mostrado. Me di cuenta que tal vez estaba esperando mucho de Bogotá, que el proceso era más lento de lo que pensaba. eso me desanimó un poco pero me di cuenta que los procesos tienen sus momentos, sus tiempos, y que tenía que comprenderlos.

Cuando me pregunto si escribir sobre esto, sobre algo tan íntimo, y a la vez tan incómodo, siento que si quiero ser sincero con lo que acá estoy contando no tiene sentido ocultarlo. Ésto ha afectado mi sentir en la ciudad y me ha hecho reflexionar muchísimo sobre mi vida sexual. Qué difícil es pasar por este tipo de cosas. Infecciones sexuales. todos evitamos hablar de eso, no queremos que nadie se entere, pensarían que somos tan sucios, que lo merecemos por promiscuos o por estúpidos, por no protegernos, si nos lo han advertido tantas veces. Pero es mucho más común de lo que uno cree, cualquier persona con una vida sexual activa está expuesta a muchos riesgos, uno cree que con usar condón es suficiente pero no lo es. El placer de volar junto a otro también tiene sus riesgos. La probabilidad de accidentes sexuales ha subido al 11%.

Fui al médico, asustado, y no me encontraron nada, pero el médico me dijo que hay personas que tienen ese tipo de infecciones pero que no demuestran síntomas. ¿Será posible? Me puso una inyección por si la tenía y ya. Todo se solucionó más fácil de lo que pensaba. Una semana sin sexo, me advirtió.

Con la líbido en el piso pero con el ánimo repuesto después de un gran susto, comencé a buscar dónde vivir. Yo vivo solo en un apartamento en el norte de Bgota, donde viví con mi familia por mucho tiempo, ahora mis papás se fueron al campo y mi hermana, trapecista, trabaja en un crucero que va por islas de oceanía. Así que yo tengo todo el apartamento para mí, pero justo en esos días me estaba sintiendo muy solo y lejos de todo. Me propuse encontrar un lugar cerca del centro para vivir con unos amigos, luego para mí solo, pero al final no hubo lugar, y sin trabajo menos. Pensaba que tenía que irme del apartamento para no sentir que todo era una repetición, que Bogotá al final seguía siendo una cómoda jaula con la misma vista por la ventana.

Tuve dias difíciles de preguntarme por qué había querido quedarme en bogotá. ¿Para esto? Me preguntaba mirando la repetición en todas las cosas a mi alrededor. difícil. Me puse a hacer un libro para una convocatoria de libro artista para la feria del libro, el mismo de los aviones, tejido, lentamente, y fue una noche bonita, de calma y trabajo. Quedó vacano y eso me subió el ánimo. Esa semana fue como de concentración en mi trabajo. Salí a echarme a los parques del barrio en los dias soleados y entonces vi que estaba muy bien, que tenía tanto y que vivía tan cómodo y que más bien tenía que ponerme a trabajar en lo mio, sin tanta distracción, que tenía la oportunidad de hacerlo en Bogotá, no preocuparme por pagar un arriendo y tener un lugar donde yo mando, donde puedo fumar bareta o tomar cuando quiera.

El hecho de no poder estar con nadie y más que eso el hecho de no querer estar con nadie, con la líbido por el suelo y como con el cuerpo resentido empecé a ver más hacia adentro. Tener que estar conmigo mismo y disfrutarlo.

energía

En estas últimas semanas en Bogotá he ido ha tomar yagé. Fue muy especial después de llegar de Londres encontrar este espacio, algo muy difícil de encontrar en otro país, y realmente intenso, una experiencia con la energía del mundo. Viene un taita de Putumayo y tomamos en diferentes lugares fuera de bogotá con una gente joven, algunos artistas, intelectuales, un buen parche. Cuando tomo yagé siento una gran energía dentro de mí y siento tanta fuerza que el mensaje suele ser, Alexander, vas muy bien, debes tener más fuerza, debes tener más confianza en lo que haces y ser consciente de tu conexión con el mundo. Fluyendo. Entonces me enamoro del mundo y empiezo a gritar por potreros desiertos que soy un hombre feliz.

sábado, 7 de agosto de 2010

pasado

Bogotá, la ciudad de siempre, la aburrida y la excitante, la fría, la sorpresiva, la repetitiva, el lugar donde he vivido la mayor parte de mi vida, a veces disfrutándolo, a veces sin quererlo. Mi casa, mi taller, mi jaula, mi ciudad.

Empezaré a escribir sobre mi cotidianidad en esta ciudad. Escribiré sobre mis intimidades rutinarias dando vueltas por la ciudad, sobre lo que voy encontrando como artista joven. Espacios, personas, colectivos, movimientos...

Llegué hace dos meses de viaje. Estuve cinco meses por Europa y Marruecos. Tuve un tiempo para decidir si quedarme en Bogotá o irme a estudiar una maestría en artes, en Campinas, Brasil. Decidí quedarme ¿Por qué? Me lo he preguntado tantas veces. Tal vez por creer que esta vez podría cambiar la ciudad de siempre, que podría adueñarme de ella y volverla intensa por unos cuantos meses. Apenas llegué de viaje salí a buscar lo que la ciudad podría ofrecerme como artista. Estaba buscando un lugar para exponer mis esculturas. Fui a La peluquería, les gustó mi trabajo y me ofrecieron el espacio. de hecho la ciudad de siempre es el nombre de la exposición que haré en la peluquería el 19 de agosto.

Seguí buscando y encontré a Los invisibles, un grupo de artistas que tienen una revista y hacen eventos muy buena onda, Pedro y Alejandra me recibieron con muy buena energía después de ver mi trabajo. Fui luego a espacio 101 una galería subterránea en el centro de Bogotá, es un apartameto de dos piezas en el primer piso de un viejo edificio, que arrendó un grupo de artistas y donde organizan exposicines de artistas jóvenes y emergentes. Les pasé una propuesta y ya tenía donde presentar mi último libro La probabilidad de accidentes aéreos ha subido al 11%.

Eso fue como en dos semanas, todo muy rápido y muy fácil. Siempre me había quejado de que en Bogotá no había oportunidades para los artistas pero esta vez fue diferente, tal vez porque salí a buscarlo, quise tener la actitud que uno tiene cuando esta de viaje, cuando va a todas partes y pregunta y habla con cualquiera. Tal vez esa es la gran diferencia de estar en la ciudad de siempre, te hace ser la persona de siempre, la que va a los mismos lugares y habla con las mismas personas, pero cuando volví a Bogotá no quería regresar a ese lugar que tenía antes de irme. Salí a buscar la ciudad y la fui encontrando.

También encontré a un chico. Acá no pondré su nombre. Después de llegar de viaje y haber ido a Inglaterra porque me había enamorado de un chico colombiano que se habían ido para allá, y después de que las cosas no funcionaron con él, me sentía algo vulnerable pero a la vez con ganas de estar con alguien. Fue gracioso. Lo encontré por internet en una de esas páginas donde los homosexuales se meten para buscar otros homosexuales. Hablamos y yo le dije que esa tarde iba a ir al centro a una exposición, me dijo que él también, donde? me preguntó. Íbamos al mismo lugar, y el día anterior nos habíamos visto alli por unos minutos. La cita más fácil que he conseguido por internet. Teníamos muchas cosas en común y la historia empezó re rápido y muy intensamente. Desde el comienzo me dijo que había termiando una relación muy importante y que aún le afectaba. Nos veíamos casi todos los dias y pasabamos mucho tiempo juntos. Yo estaba muy contento y muy cómodo durmiendo junto a él, y la balanza se iba inclinando por quedarme en Bogotá.

Dos semanas después, justo el mismo dia en que tuve una exposición en el lanzamiento del colectivo Green Om en la Casa Cano, y que nos habían dado un jardín para intervenirlo junto con dos otros artistas, Pedro Jaramillo y Andrés Molina, después de clavar peinillas en el cesped y sentir que todo había salido muy bien, este chico me dice que quiere que sea su amigo, después de venirse conmigo a mi casa y dormir juntos, después de haberse metido a mi vida y a mi cama, me dice que le sigue afectando lo de su novio, que no quiere hacerme daño, y todas cosas que se dicen cuando uno quiere irse de una historia. Nos abrazamos y se fue. Tuve un día muy oscuro, esos dias en que el cielo gris paraece que se fuera a venir sobre la ciudad. Donde no hay ninguna esperanza. Un día de dolor. Casi me quedo encerrado en un transmilenio porque había tanta gente y no esperaron a que algunos saliéramos y yo gritaba desesperado, por favor déjenme salir, déjenme salir, a punto de echarme de llorar entre esa muchedumbre de regreso a su casa. Justo en esos momentos me estaba pensando por qué quería quedarme en esta inmunda ciudad, lluviosa y caótica. Me entró un miedo tremendo porque pensé que debería irme al Brasil y alejarme de este lugar tan nublado. Al otro día, al despertar, había un fuerte sol y me di cuenta que ya no me dolía más, no así de fuerte. Ese mismo día decidí quedarme en esta ciudad, un presentimiento, unos meses más.

la ciudad de siempre

Ésta es mi vida en la ciudad de siempre, Bogotá, la ciudad de la vida real.