[Noviembre - Diciembre 2012]
Como otra parte de mi intento por vivir del arte ideo una acción para pagarme el transporte, así cuando uso el metro a diario llevo mensajes en una caja linterna y se los ofrezco a los pasajeros a cambio de la moneda que quieran darme. Son mensajes, en su mayoría verbos en imperativo, que sugieren modos de actuar. Las personas sacan su propio mensaje y hablamos de las posibles interpretaciones.
Como otra parte de mi intento por vivir del arte ideo una acción para pagarme el transporte, así cuando uso el metro a diario llevo mensajes en una caja linterna y se los ofrezco a los pasajeros a cambio de la moneda que quieran darme. Son mensajes, en su mayoría verbos en imperativo, que sugieren modos de actuar. Las personas sacan su propio mensaje y hablamos de las posibles interpretaciones.
Así, a diario, debo interrumpir
el silencio del vagón y contarle a la gente que estoy haciendo una
investigación sobre intentar vivir del arte y proponerles ese intercambio. No
me resulta fácil hacerlo, se convierte en un reto constante, y a la vez me
divierte proponerle a la gente cambiar dinero por un papel a modo de oráculo
ambulante. Al comienzo lo hago como una acción más anecdótica sin creer que
llegará a funcionar, pero cuando me bajo del vagón con dinero en la mano me doy
cuenta que si me lo propusiera podría vivir de ello.
A la vez me pongo en marcha
para hacer la segunda edición de 101
soluciones para salir de la crisis y preparo una presentación en Madrid en
Embajadores con Provisiones, un centro cultural en Lavapiés. La llamo RISIS e
invito a varias personas a que presenten su propia solución en una tarde de
farsa y acción. Participan Selina Blasco, María Niki Niraki, Hanne Bleichert, George
Hutton, Gloria Durán, Carmen Pérez-Luco, Olalla Gómez, Elisa Fuenzalida, Manu
Ezzgraber, Alejandro Simón, Lucía Pérez y Jordan Morton. Yo también hago un
discurso donde le cuento a la gente de mi proyecto para erradicar la crisis,
que consiste en remplazar en toda ocasión la palabra crisis por risis, y como
ritual de iniciación destruimos junto con Olalla una C gigante de cartón.