[Enero – Junio 2012]
jurado |
El año comienza con una competencia de baile en una antigua fábrica en Dinamarca. Mi pareja es una fantástica rubia, rasta, tan alta como yo: Marie. En la categoría locomotion hacemos el ridículo porque yo no había entendido que ambos teníamos que hacer lo mismo, pero no importa, viene la categoría salsera donde somos los favoritos, Marie es una experta, pero el jurado le da el premio a una pareja que a duras penas mueve la cadera. Queda una última oportunidad en la categoría free style, nos entregamos al baile con desenfreno hasta que nos coronamos campeones y me llevo de premio unas medias tobilleras de lana con motivos invernales. El 2012 será un buen año, está escrito.
2. ¿Dónde carajos está la nieve?
Esto me preguntaba días antes sobrevolando Copenhague. Adiós
a mi sueño de una Navidad nevada. Me recibe una ciudad gris a 3 C. A las 4 de
la tarde ya está oscuro. ¿Qué hago aquí?
Mi amiga Marie me invitó a pasar fiestas con ella. Navidad es una cena
tranquila en danés. Luego hacemos autostop hasta su casa en Fyn, una isla donde
todo es lagos y paz. Maravilloso. Andamos en bici y buscamos comida de lo
que tiran en los supermercados. Para año nuevo vamos a Makvaerket un bonito proyecto en una antigua
fábrica de cerámica que ahora es un centro cultural. http://makvaerket.wordpress.com/ ¿Ya conté que me gané un concurso de
baile? El 1 de Enero me despido agradecido de Marie, en la carretera, camino a Berlín.
3. La celda decente
En el bus voy charlando plácidamente con una chica danesa.
En la noche oscura, en la frontera entre Dinamarca y Alemania revisan mi
pasaporte y me piden que baje del bus con todas mis cosas. Les pregunto en
inglés que por qué y les repito que estudio en España, pero no tengo cómo
comprobarlo. Los de la universidad española me enviaron mi carnet a Colombia.
Sí, es ridículo. Los policías actúan como si no me escucharan. Debo tomar mis
cosas mientras la chica danesa me mira aterrada. Soy el inmigrante ilegal que
ha sido descubierto. Me bajo del bus y olvido mi comida. Me llevan a una celda
decente donde me explican que mi visa ha vencido. Es cierto, y no me había dado
cuenta. Me dicen que me deportarán a Colombia. Estoy asustado pero a la vez me
divierte estar allí. Me pregunto hasta donde podrá llegar esta absurda situación. Cuento
mi historia y el policía de mayor rango me coge aprecio. Me pregunta por qué no
me enviaron el carnet de la U desde Colombia, le digo que es caro, que costaría
como unos 40 euros. Comienzan a inventariar todo lo que llevo en mi maleta, minuciosamente, como en las películas cuando alguien va a la cárcel.
Menos mal he dejado en el bus la marihuana que llevaba. Después de un par de
horas se comunican con la policía española y soy libre. Por fortuna llevo mi
tiquete aéreo de regreso a Madrid, y por ello me dan una semana para abandonar
Alemania. Les pregunto si creían que mentía. No me responden. El policía buena
gente se interesa en mi vida mientras consulta los trenes para Berlin y me
imprime mi itinerario. Con una sonrisa me dice el precio de 3 horas de viaje:
40 euros. Le ordena a los otros que me lleven a
la estación de Rostock que está completamente vacía. Tengo hambre. Son
las 3 de la mañana.
4. Berlín
¿Por qué Berlín es tan fascinante? El clima es terrible pero
todos parecen estar tan contentos de estar allí. Una ciudad vieja, de espacios
inmensos, rincones subterráneos y demasiado movimiento. Algo ha cambiado, dejo
de ser el inmigrante sudaca y me convierto en un chico exótico. Hay gays dispuestos
por todas partes. Follo en una semana lo que no había follado en Madrid en el
último mes, no, en los dos últimos meses. Más que presunción es una pregunta sobre los hombres en Madrid.
5. BIG MAC
De regreso a Madrid el invierno es soleado. De nuevo clases. Con dos
amigos de la U Santiago Mejía y Alejandro Simón nos inventamos un evento en la
facultad para animar el Máster: BIG MAC. http://bigmacweek.wordpress.com/ Conocemos
artistas, directivos de museos, y comisarios, gracias a Selina una profe
increíble que mueve a la ciudad desde la facultad de bellas artes.
6. De repente Luis
Un actor bonito entra en mi vida así, fácilmente. Una puerta
a otra parte de Madrid. La recuerdo como una época soleada. Del invierno a la
primavera. Tan bonito. Sencillamente diré que ha sido uno de los hombres más
importantes de mi vida.
7. Familia sobre ruedas
Llega a casa Maria, una chica griega que estudia con
nosotros. Somos una familia que disfruta
haciendo fiestas en “El espacio Robles”. Santiago me convence de comprar
una bici y comienzo a conocer realmente la ciudad.
8. Papel +
Con Margarita García, una amiga colombiana creamos Papel +,
un encuentro de publicaciones independientes en la Universidad Complutense, un buen
comienzo para conocer otros proyectos. http://papelmas.wordpress.com/
9. Bélgica y el rábano
En Enero con pocas emociones sexuales/sentimentales en
Madrid había comprado un tiquete de avión a Bruselas para Semana Santa. Quería visitar a
un chico belga con el que había tenido una corta historia en Granada meses
atrás y que me había invitado a su casa en Gante. Aunque ahora las cosas han
cambiado tanto tengo los pasajes comprados y decido irme a la aventura. Él me recibe amablemente, incluso me
ofrece un lugar en su cama, duerme en ropa interior junto a mí, pero guarda la
distancia en todo momento. No pasa absolutamente nada entre los dos. Supongo
que hay algo que le sucede pero nunca llego a saberlo. Todo intento de comunicación se convierte en un incómodo silencio. Me siento como un estúpido
turista caminando por ciudades belgas que me importan un rábano. Por fortuna
Santiago está en Amsterdam y paso un buen fin de semana en una de las ciudades
más interesantes que he conocido. Callejuelas, canales, marihuana, turistas
enloquecidos, éxtasis y besos.
9. Luis y los caminos
Luis y yo, luego de muchas noches juntos, del paseo en
barca, del viaje a la nieve, de parques, de cañas y besos, sabemos que pasamos
por dos momentos diferentes y que lo mejor es que cada uno siga su camino. A
pesar de los años no dejo de ser torpe.
10. Mi propia úlcera
En Colombia, poco antes de irme a Madrid me descubrieron una bacteria en el estómago, me la erradicaron pero aún así sigo teníendo un dolor en la boca del estómago, como un vacío. Voy en bici a verme con Luis, voy tarde y acelerado. Me
empieza el dolor de nuevo. Me pregunto entonces si yo me lo estoy
causando con mi ansiedad constante, mi acelere. Sí, yo mismo me lo
estoy haciendo. Es más fácil creer que las enfermedades vienen de afuera y que
tienes una bacteria en el estómago porque te la heredó tu papá. Es ridículo ver cómo he estado preocupándome por pequeñeces, porque todo podría ser mejor, porque siempre puedes ir más rápido. Empiezo a comer papa cruda en ayunas y me obligo a detenerme e ir a otro ritmo, sin tantos nervios ni ansiedad. A los pocos días deja de dolerme el estómago, así, sencillamente, sin que eso quiera decir que me he convertido en alguien tranquilo, aunque aparente serlo, es un largo proceso, pero está bien comenzar por no hacerme daño.
11. También sucedieron cosas que no quiero contar.
¿Por qué? Tal vez cambiarían para siempre la imagen que tienen de mi. Bueno, tal vez no, pero hay cosas que creo, preferirían no saber. Y entonces ¿para qué contar que hay cosas que no se quieren contar?
12. Elefante somos todos.
El Rey de España tiene que ser hospitalizado porque se
rompió la cadera. Así el país se entera que su Rey se ha ido a Botsuana a cazar
elefantes. A George, un amigo inglés, se le ocurre que nos disfracemos de
elefante y representemos la cacería. Ese mismo fin de semana junto con Julián
Santana, utilizando una espuma que encontramos en la calle y una sábana,
hacemos un elefante de cuatro patas humanas. Vamos a la Plaza de Sol y al
Palacio Real y nos desplomamos frente a la gente. Es muy divertido ir por ahí provocando movimiento a nuestro alrededor. Un mes
después en el primer aniversario del 15M vamos con George a la manifestación
vestidos de elefante. Ya no se trata de un caso aislado de cacería, es una
metáfora de lo que está pasando en el mundo, una cacería al pueblo. Es genial
sentir cómo animamos a la gente. En Sol nos acercamos a una periodista y nos
entrevista en vivo para todo el país. Yo hablo mientras George me incita a
saltar. Entre los nervios digo un par de frases trilladas. Al otro día un
comediante se burla de nosotros frente a 2 millones de televidentes. La gente
opina en Twitter sobre el extraño elefante de acento latinoamericano, unos nos odian, otros nos aman. Yo me
siento a mitad de un gran proyecto pero George dice que no quiere seguir con el
elefante. Discutimos, pero el elefante deben ser dos personas. Sospecho de alguna artimaña por parte de la familia real para que mi amigo inglés tome esa decisión. Pasa el tiempo y
muy a mi pesar la historia del elefante se olvida poco a poco.
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